La historia de Fibolum

Una marca colombiana de iluminación que transforma recuerdos en luz.

En 2024, Juepe tomó una decisión que cambiaría su vida: salir a recorrer Sudamérica en moto. Sin un destino fijo, con la intención de explorar, descubrir y dejarse sorprender. Durante cuatro meses atravesó montañas, caminos rurales, pueblos y paisajes de Colombia. Cada kilómetro no solo era territorio nuevo, también era terreno fértil para ideas, emociones e historias.

Pero justo antes de cruzar la frontera con Ecuador, todo se detuvo. Una lesión en la rodilla puso en pausa el viaje. Y aunque al principio fue frustrante, esa pausa sería el punto de partida para algo mucho más grande.

Durante los meses de recuperación, mientras el cuerpo sanaba, la mente no dejaba de crear. Fue entonces cuando compró una impresora 3D y comenzó a experimentar con formas, materiales y diseño. Sin saberlo, estaba creando la semilla de lo que hoy es Fibolum.

Un día, cuando ya podía volver a montar en moto, lo sorprendió un fuerte aguacero. En medio de esa lluvia, llegó la idea que iluminaría su camino:
¿Y si cada lugar recorrido pudiera transformarse en una lámpara?

Una lámpara que no solo iluminara un espacio, sino que también contara una historia. Una que no solo decorara, sino que tuviera alma.

Así nació Fibolum, una marca de lámparas decorativas impresas en 3D, hechas en Colombia, que combinan diseño, tecnología, naturaleza e inspiración.

Desde ese día, cada lámpara de Fibolum nace con una intención. No son objetos decorativos sin sentido. Son recuerdos transformados en forma y luz.

Coral evoca los corales que vio buceando en el Caribe, llenos de vida y textura.

Viento honra al cóndor andino, que sobrevolaba los cielos de la Sierra Nevada del Cocuy.

Macarena nace de los colores y corrientes de los ríos de La Macarena, donde florece la Macarenia clavigera.

Girasol representa las flores de Santa Elena, donde comenzó todo el sueño del viaje.

Miel recuerda el trabajo silencioso de las abejas en Jardín, Antioquia, símbolo de esfuerzo y armonía natural.

Cada pieza es una forma de agradecer lo vivido, de congelar un instante. Estas no son solo lámparas de noche o lámparas modernas para la casa:
son historias convertidas en luz.

Pronto, Juepe se dio cuenta de que para construir algo duradero, necesitaba ayuda. Por eso escribió a una vieja amiga, María Clara, con experiencia en organización y administración, y le propuso ser socia. Más adelante, se unió Marce, una mente creativa que hoy lidera todo lo relacionado con redes sociales y comunidad.

Hoy, el equipo de Fibolum lo conforman tres personas que creen en el poder de las ideas hechas con el corazón:

Juepe: diseñador y creador de cada lámpara. Es quien da forma a las ideas, mezclando arte, tecnología y emoción.

María Clara: el alma organizadora, encargada de que todo funcione, desde lo administrativo hasta la estrategia.

Marce: quien lleva la voz de Fibolum al mundo digital, conectando con personas a través de contenido auténtico y cercano.

Rediseñar, reinventarse, resistir
Como todo proyecto independiente, Fibolum no ha sido un camino recto. Ha habido momentos difíciles: piezas que no funcionaron, ideas que no se concretaron, pausas necesarias para volver a empezar. Pero cada obstáculo ha sido una oportunidad para crecer, para mejorar, para volver con más fuerza.

Hoy, después de mucho trabajo, el equipo siente que está en su mejor momento. Con una colección sólida, una visión clara y una comunidad que sigue creciendo, Fibolum se prepara para brillar más que nunca.

Fibolum es más que luz
Es una manera de ver el mundo. De entender que el diseño puede tener historia. Que la tecnología puede ser poética. Que la naturaleza, cuando se observa con atención, puede inspirar las formas más bellas.

Fibolum es para quienes creen que los objetos que nos rodean deben tener alma.
Para quienes buscan más que una lámpara de noche.
Para quienes quieren más que una lámpara bonita para el escritorio.
Para quienes valoran lo hecho a mano, lo hecho con propósito, lo hecho con amor.

Y esta, apenas es la primera página de nuestra historia, sigamos escribiendola juntos!